Por Mayra Aguirre Robayo

El Premio Nobel de Literatura peruano publica (2020) una colección de entrevistas, artículos conferencias, reseñas desde 1981-2018 que testimonian gran parte de su vida dedicada a leer al literato universal argentino Jorge Luis Borges, autor de las obras más conocidas: Ficciones, Historia de la eternidad, Borges y yo, entre otras, con características filosóficas, poéticas, laberínticas y metafísicas. No es de extrañarse que Mario Vargas Llosa haya realizado varias entrevistas a Borges, cuando contaba con 15 años escribía crónica roja para diario limeño La crónica; circunstancia laboral que le condujo a escribir la novela Casa verde (1996).
Inicia con el poema Borges o la casa de juguetes que refleja la mirada del escritor supremo: criollista, cursi, patriotero y sentimental que se volvió clásico e inmortal; siguió a los filósofos Schopenhauer (alemán) y Stevenson (británico). Tigres, espejos, dobles son los tópicos escriturales de Borges. Vargas Llosa, en su última publicación, relata sus vulnerabilidades como las de Borges.
En su último libro-ensayo La llamada de la tribu (2018) confiesa su adhesión al filósofo vienes Sir Karl Popper (1902-1994) fundamentalmente a su obra La sociedad abierta y sus enemigos, que le brindó un salto vital hacia el capitalismo (defendía a la banca y a la propiedad privada) vivenciado en su candidatura a la Presidencia de la república del Perú (1990) por el Movimiento Libertad con el apoyo del 27% de la población votante. En esta contienda electoral ganó Alberto Fujimori por el movimiento Cambio 90. A Jorge Luis Borges lo muestra como un Dios de la literatura universal y como un sabio con abundancia irritación como perfila Eclesiastés bíblico; sus reveses son parte de su humanidad.
Escritura, política y amor
Jorge Luis Borges no escribió novelas por ser muy inteligente y transformó al español de tumultuoso, barroco, con ruido y furia en una lengua concisa, precisa, puritana y lúcida. Su prosa tiene palabras, ideas …vivió leyendo y leyendo vivió …aristócrata, algo anarquista, sin dinero. Flaubert, La Chanson de Roland, Faulkner, Quevedo, entre otros, son parte de sus literatos preferidos. Alude ya al final de su carrera literaria ha escrito poesía, pero en verso. Los sonetos se componen en la calle, en el subterráneo, paseando por los corredores de la Biblioteca Nacional; afirmaba que los compone mentalmente; los pule hasta que maduren y luego los dicta para su edición. Alaba la influencia de Francia en los países del sur; sus estudios en Ginebra influyeron en su escritura.
Mario Vargas Llosa resalta los cuentos “Ruinas circulares” (fantasea el descubrimiento de un mago de inventar un hombre y contrabandearlo en el mundo real), “Aleph” (es un punto de espacio que contiene todos los demás puntos del universo), entre otros.
Por su conservadurismo le asustaba el peronismo –que le impulsó a desayunar en la casa rosada con la dictadura argentina y a recibir honores del dictador militar chileno Augusto Pinochet–. El novelista peruano comenta que en radio Francia Internacional (1960) le preguntó sobre política y Borges le respondió que le producía tedio y fastidio.
En Medio siglo con Borges ilustra que al escritor le provocaba melancolía que sus colegas, en el Congreso por la de la Cultura en Berlín, conversaran tanto de política. Son parte de las contradicciones de Borges, en su casa exhibe la Orden del Sol que recibió del Perú; similar a la condecoración que le mereció su bisabuelo, el capitán Suárez, por sus batallas libertarias en Junín, que le otorgó Bolívar con el ascenso militar a coronel.
Su primer matrimonio fracasó por la influencia edípica de su madre Leonor, que le ayudó a huir del matrimonio –según Vargas Llosa–. Se conoce que Elsa Astete no respetaba su privacidad y tampoco disfrutaba del esnobismo literario. En su segundo matrimonio con María Kodama (argentina-japonesa, frágil, discreta, exalumna de anglosajón y sagas nórdicas) con quien disfrutó un amor correspondido escribieron el libro Atlas que incluye fotografías tomadas por Kodama (1984) con poemas, referencias literarias, con sabiduría, ironía mientras viajaban por varios continentes: Chile, Irlanda, Venecia, Atenas, Ginebra, Alemania, Estambul, laberinto de Creta, que le permitió a Borges recordar al Minotauro en su literatura sobre el tiempo; alude que se perdieron con su amada en un laberinto. María Kodama, a pesar de las críticas que recibía de utilitaria, a Borges le hizo descubrir un aspecto de su vida del que, hasta entonces, según, afirmaciones del escritor, había sido privado. El escritor peruano lo nomina asexuado. Sin embargo, Borges en Dos poemas ingleses (1969) perfila todo lo contrario:
“/…Te ofrezco, sea cual fuere, la sapiencia que contengan mis libros, sea cual fuere la que le de la hombría y el humor a mi vida. Te ofrezco la lealtad de un hombre que jamás ha sido leal…/”
En cuanto a sus sentimientos de agradecimiento, su madre y su hermana (Nora le leía los libros) son las más apreciadas por el apoyo y el amor recibido cuando quedó ciego en 1951.
Jorge Luis Borges vivía en el centro de Buenos Aires en un departamento con dos cuartos y una gotera en el comedor. Su dormitorio parecía una celda; era angosto con un catre frágil como para un niño. Su gato Beppo, era uno de sus acompañantes junto con su empleada-lazarillo. Tenía muy pocos libros, ningún suyo ni ensayos sobre su obra. Sentía que sus escritos no deben colocarse junto a las obras de Shakespeare. Vestía con sobriedad y corrección con saco y corbata, aunque no salga de casa y era muy tolerante con las oleadas de periodistas de todo el mundo que lo entrevistaban.
El último libro de Mario Vargas es como una deuda que tiene con Borges, porque lo descubrió con un amigo de su generación Luis Loayza en Lima, con quien compartía ilusiones literarias. Significó para el autor negar todo aquello que Sartre (hablar y actuar) le enseñó a odiar el arte evadido de su mundo y de la actualidad en un universo intelectual de erudición y de fantasía. En su soledad discreta de su cuarto o de la biblioteca leía a Borges de forma irresistible. Para Mario Vargas Llosa, Borges es una pasión secreta y pecadora; sus lecturas son parecidas a cumplir un rito y una aventura feliz.
Perfil
El Premio Nobel de Literatura (2010) nació en Arequipa (1936). Se ha desarrollado como periodista, ensayista, cuentista, guionista de cine (Pantaleón y las visitadoras), actor y director de piezas teatrales. Ha recibido varios premios: Biblioteca Breve, Miguel de Cervantes. Es miembro de la Academia de la Lengua. Su obra La ciudad y los perros (1962) es considerada como una novela moderna. Es parte del Boom Literario. Tiene varias novelas: Casa verde, Conversación en la Catedral, La fiesta del chivo, entre otras. Su último ensayo La llamada de la tribu (2018) y su última novela Tiempos recios (2019) y en el 2020 publica Medio Siglo con Borges. Está vital a sus 84 años. Hace deporte una hora diaria.
Referencias
Vargas Llosa M. (2020). Medio siglo con Borges. Colombia: Alfaguara.
Redacción El Clarín (23/09/2014). “La primera esposa del autor. Intimidades de Borges y Elsa Astete, la mujer de la que el escritor huyó”, https://www.clarin.com/sociedad/intimidades-borges-elsa-astete-escritor_0_S1jIiIFcP7x.html#:~:text=Una%20noche%2C%20en%201969%2C%20Jorge,Nueva%20York%2C%20Nelson%20Rockefeller
Mayra Aguirre Robayo. Columnista de La Hora, docente universitaria (UTE), periodista, socióloga, crítica de cine y crítica literaria.