De nuevo los heraldos | Ximena Pesántez

Por Ximena Pesántez

(Colaboración especial para Máquina Combinatoria)

Han llegado los heraldos
de nuevo…
renovado su cuerpo
se han vestido de larvas
y se han acurrucado en mis hojas.

Han llegado los heraldos
de nuevo…
renovada su voz
se han vestido de crisálidas
y se han mecido en mis ramas.

Han llegado los heraldos
de nuevo…
renovada su mente
han vestido las alas de una mariposa
y han volado lejos de mi árbol.

Mi árbol titubea entre el quebranto y el gozo
no sabe si entristecerse porque sus heraldos han partido
alejándose de su follaje de jade
no sabe si alegrarse porque sus heraldos por el mundo
irán llenando de vibración y de color
a la benévola Flora
colaborando con beneplácito de miel y de nácar
en la fecunda labor de la Pachamama. 

Inclina su cresta y reflexiona
mi árbol ahora emplumado de esmeralda
capta entonces que sus heraldos irán 
revoloteando por el mundo
abrazarán los aires como quien abraza
la grandeza de lo que es regio e impoluto
besarán las flores como quien besa
la magnificencia de lo que es tierno y frágil
transportarán el polen como quien transporta
lo sagrado de lo que es misterioso y fértil.

Entiende que sus heraldos danzando
esparcirán su ser íntimo y sus secretos
lo engrandecerán, lo multiplicarán
y echará raíces en insospechados suelos
cantarán sus hijos al rozar el viento su ramaje…
la tierra henchida de alegría abultará su vientre.

Mi árbol –sabio al fin- retuerce y agita sus ramas
su savia cubre y se apodera galopante de todo
su ser comprende esto como parte del luminoso
camino que recorre el amor de Natura extendiéndose
mostrándose en múltiples manos dadivosas.

Amor que deleita la mirada
nutre el cuerpo
y expande las espumantes alas del espíritu.

Amor que trasciende lo material
como ha de trascender una musa intangible
y piadosa entre todos los seres
sus múltiples voces besando lo que no tiene mácula.

Amor diseñado en el gesto más sencillo
que se hace grande porque proviene
de lo egregio de las cosas buenas
de las cosas que se acunan en el pensamiento claro
en el pensamiento puro que percibe la verdad.

Cae un rayo de luz intensa
y mi árbol se aviva en innúmeras
llamas verdes
clamores de un eco profundo que vomita
hacia afuera la inigualable fortaleza
de una mente esclarecida.

Y los heraldos retornan…
y los heraldos se asombran…
y los heraldos comprenden
¡Siempre regresarán! 

Ximena Pesántez. Popayán 1961. Psicóloga Laboral, poeta y mentor de poesía en inglés. Premio “Maruja Escobar” otorgado por la Asociación de Ecuatorianos Residentes en México en 1994, con el poema “Manto Quiteño”. Premio Nacional de poesía “Cesar Dávila Andrade” otorgado por el Centro Cultural Palacio del Poeta en 2019, con el poemario Desde el Balcón de las Palabras. Primera Mención al Mérito Poético otorgado por el Centro Internacional de Estudios Poéticos en 1919, con los poemas “Mis Claveles Iracundos” y “Ecuación”. Publicaciones: Partners in Rhyme: An Anthology of Contemporary Poetry (Varios autores, 2016) y Desde el Balcón de las Palabras (2018). Desde el 2017 socia activa del Ateneo Ecuatoriano, entidad dedicada a la difusión del Arte y la Ciencia. Desde el 2019 miembro de la Sociedad Ecuatoriana de Escritores, entidad dedicada a la difusión de obras literarias. Cursos de poesía en inglés: “Modern and Contemporary American Poetry” (2014 y 2016) y “Sharpened Visions: A poetry Workshop” (2016). En este último, invitada a ejercer como mentor, actividad ejercida desde el 2017.


Foto portada tomada de: https://bit.ly/3WzG6Nk

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