Por Alejandro Ojeda V.
(Publicado originalmente en su libro Fuego y nieve, Quito: Tipografía La Rápida, 1906, págs. 118-120)

Vi tu color de mármol en palidez romántica vertido sobre tu frente; vi las talladas cejas que a tus azules ojos, en contorno, sombreaban dulcemente; vi tu nariz de líneas y perfiles hechiceros, y tus labios fresquísimos rojos que impusieron fijeza a mis ojos. Cual un nimbo, tus negros cabellos circundaban tu rostro y tu rostro reía con ellos. ¡Oh, qué artística vi la belleza de tu griega, adorable cabeza! Cuando quise apartar la mirada, nuevamente mi vista en tus formas quedose clavada y entonces, y entonces …, embriagando de amor mis sentidos, rasgó tus vestidos mi pensamiento; y desnuda te vi. Venga el Genio en el Arte potente y sostenga que existe en el mundo, otro ser que esas formas ostente. ¿Quién pretende oponer otros hombros a esos hombros tan ebúrneos y así contorneados? Por sus líneas, su piel y escultura, me parecen, en un sueño de amor, por Natura modelados. Ese pecho es un copo de nieve que apenas se mueve por algo que interno silente palpita; parece que salta, parece que grita Venid todo el mundo a mirar estos senos. Allí tu cintura divide tu cuerpo creando contornos que infunden locura. El talle soberbio que artística ostentas es algo divino que el genio en su mente jamás ha mirado, y yo enamorado le miro, le admiro, ¡me abrazo, me quemo y ardiente suspiro…! Después no he dormido, mas ¡cuánto he soñado!…
Alejandro Ojeda V. (Quito, sf-1952) Poeta y escritor ecuatoriano. Hermano materno de Eudófilo Álvarez. Cofundó la Revista Ecuatoriana. Vivió la mayor parte de su vida en varias regiones del oriente ecuatoriano siendo secretario de la Intendencia General de Zamora y Pastaza, además de Gobernador de lo que se conocía como la Provincia Suroriental del Ecuador. Se conocen sus libros de poesía: Fuego y nieve (1906), Días que vienen (1924), Transparencias (1924) y su única novela Etza o el alma de la raza jíbara (1934).