Por Manuel Gallegos Naranjo
(Tomado del libro Poesías, Manuel Gallegos Naranjo, Quito: Imprenta de Juan F. Sanz, 1878. pp. 82-83; el poema fue originalmente escrito en 1873 en San Miguel)
(Imitación de la fábula de Iriarte titulada: “El pato y la serpiente”)
Mirándose en un espejo
murmuraba así una hermosa:
—¿A qué mujer dio el cielo
la perfección de mis formas!
¿No fascino al que me mira,
con solo mi bello rostro?
¿Y si le otorgo sonrisas,
no se vuelve al punto loco?
Más de repente una voz
misteriosa, le respondió:
—Sí, fascina, ¡vive Dios!
Tu belleza a ciertos hombres;
pero nunca a los que saben
distinguir en la mujer,
del alma las cualidades
que constituyen el bien.
Y así entendido tenga
la presuntuosa beldad,
que la virtud y modestia
son dotes que brillas más.
Manuel Gallegos Naranjo (Guayaquil, 1845-1917). Periodista, cronista, escritor y poeta. Autor, entre otros: Parnaso ecuatoriano con apuntamientos biográficos de los poetas versificadores de la República del Ecuador desde el siglo XVII hasta el año de 1879 (1879); Guayaquil, novela fantástica (1901); Celebridades malditas (1906); Haz bien, sin mirar a quien (1910).