Por Sergio Rodrigo Vaca (Colaboración especial para Máquina Combinatoria) Comienzan las fiestas de las máquinas de guerra, pero el trasfondo es que las viñetas deben estar alertas, vengo de la tierra del sur de los espacios inquietantes, no por los largos patrones moleculares, sino de la incandescencia de las bestias de la noche, donde se esconden y no tienen nada que decir. Naciendo de una creciente indecisión de libertinaje, pero no es ese libertinaje tan controversial, sino que es el más protagonizado aire de ‘hedone’, buscando un grito del sintonizador de despechos, los despechos más inversos de los demonios removibles, pero no divisibles para el amor de los besos de 6/8. —no quería correr a través de los despedidos demonios luchan corren pintan los cielos deciden ¿qué me están diciendo los demonios que escupen fuego? el joven estrellado que grita que el cielo está en fuego es porque el felino hombre visitaba a las ruinas de no tocar, luego vino el man del espacio ya sabes el del ritmo de New York—. El zorrillo lanzaba granadas de introspección rítmica, pero es yo fui hecho para nunca quedar satisfecho, el campo que tuvo un éxtasis de porque estamos acá, pero hay que conocer a los que escuchan al dolor, o los que escuchan al demoledor y procurador, las máquinas corren alrededor de Tommy alterando. No me busquen coronas malvas adulteradas no me van a revelar el ver ni el respirar ni el sentir ni el tocar ni el revivir ni el retocar ni el vivir ni el inhibir ni el percibir ni el respirar ni el calor ..........................detrás tuyo................................................ .............................llegaron a la historia.................................. ................................siguiendo la curiosidad........................... no sabía que día era ni que como lo sabía silenciosamente he visto a los fantasmas de los humanos irse, desapareciendo en el altamar o en el bosque. si no quise allanar en la refracción para retratar como el invierno ha llegado a la curiosidad pero nos podremos salvar eternamente siempre aunque en el fondo los tigres y leones gobernarán pero sus primos hermanos los gatos gatunos felinos serán unos personajes que determinan como escribo apeluchados ---- algunos ---- otros más como tigre lanudos felinos y felices sanadores de depresiones están viniendo los antiguos reyes de la naturaleza arcaica y feliz los corpulentos ------ flacos felinos de la selva comulgan para los leones universales del infinito ‘encafetado’ peludos salvajes ------------ pero cariñosos vuelvan alrededor de las flores jóvenes están empujando colinas de linajes irradiando ronroneos de motor imaginando y ronroneando solían jugar a la sombras o a las rasguñadas con sus garras de agujas el lugar indicado para pintar con sus pelajes a las frías almas son los finalistas de las apariciones por un cariño que los Dioses crearon a fin de cuidar a sus amigos humanos a porque los felinos fraccionan la tristeza c con sus dulces ronroneos y maullidos i se ‘encrespan’ y juegan enérgicamente c abren portales de la luz y oscuridad a estaciones libertarias del observar la nueva estrategia de administrar dos para liberar observaciones gatos de lo más franco que son ‘felinosos’ por sus hermanos pumas o los ‘atigrados’ parmesanos o los ‘apeluchados’ y más felinos —¿Te ha ocurrido que los duraderos pero simplificados administradores de las páginas de los más antiguos libros, ya sabes, esos escritores que son desertores de lo que alguna vez creyendo, o siguen creyendo, o creen pero han abierto su mente, más que partir de las tumbas de los ángeles que han desviado su rumbo para caer en Marte y expropiar corazones de llanuras, un tanto lejanas, pero tan cercanas-. Es este momento desafiando las leyes del camino he desatado el final pero también el comienzo he revivido al comienzo, insufrible y derramado el final no existe por otro lado, solo desapareció. La fricción del camino en la calle de las sensaciones peligros a la guerra y persuasión donde la sangre se derrama de ti por mí, buscando sitios por donde escapar. He construido mi propio mundo lleno de alcohol, infravaloración, sobrevaloración, fracción soledad es la noche como el día es soñar y dormir, para mi dolor, he dedicado unas noches de perdición. A ellas las extrañan los voladores de un planeta lejano de la galaxia 9001.vt —lo sé, suena extraño —respondo a mi manera —rompe la cadenas que te oprimen hacia los “Marshalls” —me repite el extinto (falta de nombre del personaje, pero al parecer un extraño vividor de las cadencias que había fallecido). Pero he buscado y buscado, ha sido un tiempo demasiado largo, lejano, duro, febril, adictivo, instantáneo, creo que me dirijo con las palabras correctas, no es más lejano que el sentimiento de pertenecer, mi mente me repitió: —has visto lo que no debiste, la sangre no es para tí—. Por un tiempo se buscó y se buscó, se subdividió, se fraccionó, caminos y monstruos ensangrentados se vuelcan, son pensamientos de la mente del sublimado y evaporado, donde aún el sentir sigue abandonando los lugares libres, viviendo con el ‘chivo’ de algún número de puntas en su estrella. Puedo decir del sentimiento y de lo que hubo alguna vez, No puedo ignorar las calles del yerro innegable que he pensado, —¿Puedo salir con la canción del volar del cielo?— He hablado de compañía y felicidad, pero como que ha venido la deserción, del innegable ‘ochentero’ año que todo ardió. Volver a comenzar del veneno, envenenarse de noches lejanas de Tijuana, de Veracruz, como noches de alcoholes, Acapulco, sabor agridulce de limón con sal, Rio de Janeiro, adolescente, joven, primeros viajes. Volver a profanar el llamado de los disidentes, cuando los profanadores de esperanzas han desistido, ahora navegando por los mares, galaxias, sintonías, no encuentro una orilla, como que no exista la historia, hasta que demando al inyectable sol, es ausente, como un remolino, lo que se sintió fue el adiós, desde el corazón de remolacha que tengo, porque soy una ilusión, un enigma, un paradigma, la creación de los seres de azúcar se aproximó, en esta noche oscura me voy al ruedo de los sueños, guardo en mi alma, como un laberinto, mi corazón, ilusiones, alucinaciones, declaraciones, siempre el verdadero ser melancólico que desprende nostalgia, este dolor, me hace sufrir, es el desprecio hacia un mal innecesario, bailar a las depresiones de las lunas llenas. Un baile tan difícil de contar, escribiendo capítulos de dolor, papeles donde aplaudo al yo desactivado, ahora que soy ya un poco medio mayor, puedo declarar que no me quejo, mi destino cambia y cambiará en cada momento, momentos de psicodelia, de promesas, donde Francia hace hincapié, sabores exóticos, sabores nuevos, sabores que deslumbran, no quise soltarme, no podría soportarlo, en la penumbra donde las siluetas quedaban marcadas, —reconozco que ya eres parte de mí—. Así que desde ese día emprendí un viaje al hedonismo, por los paisajes de paraísos de otras galaxias, por paraísos de mi mundo al que no han disuelto, solo programé la dirección, era su amor lo que importaba, hoy.

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