Por Diego Alejandro Gallegos Rojas
Yaremí se detiene frente al espejo y mira que tiene espinillas en el rostro. No le gusta. Escupe al espejo como escupiéndose a sí misma. No se acepta como es. Luego, mira a su eterna compañera acostada sobre la cama. Se tranquiliza, se acerca, la acaricia, la peina con ternura. Pero por primera vez le tiene envidia, odia su belleza, sus ojos cielo que iluminan, su cabello color sol que da vida. A lo mejor, es ella misma quien ve en la otra, en la muda, la sorda, lo que no puede ser: feliz. De pronto, lanza gritos como de loba herida. La maldice, la muerde, la arroja contra el azulejo como echándole la culpa de su desgracia. La pisa con fuerza, con rabia, como tratando de destruir su belleza. Desea que desaparezca de su miserable existencia. La otra no se defiende, no puede hacerlo. Ella fue creada así.
Diego Alejandro Gallegos Rojas (Loja-Ecuador). Ensayista y escritor. Máster en Derechos Fundamentales, Universidad Carlos III Madrid, España. Especialista Superior en Derechos Humanos Instructor de Desarrollo Humano, Mozambique, África. Observador Internacional de Derechos Humanos como Acompañante Ecuménico en Palestina e Israel. Como escritor ha publicado el libro de cuentos La orgía de los gusanos (2017).

Foto portada tomada de: https://bit.ly/3zT9F2q