Por Ximena Pesántez
(Colaboración especial para Máquina Combinatoria)

Cuentas de luz gobiernan sobre las aguas que asombradas se recogen … se retiran acallan las aguas su rugiente rugir dejan de bramar y en espumas de leche ofrendan su silencio impregnando con minúsculas estrellas el suelo de la tierra. Tierra húmeda que muestra su vientre vasto y apacible tierra que alcanzarlas no puede mas se regocija en su presencia que la voz de la oración evoca deslizándose por los trazos profundos de la sabiduría. Orar que se suspende vertical en los abismos transparentes del espacio sabiduría que deambula perenne hilvanando el dorado hilo: unión de espíritu y materia que acrisola aquello diseñado en lo mundano. Abrazo que sin abrazar abraza y se vuelca en dulces eslabones con los que se resuelven una a una todas las incógnitas con los que se aclaran uno a uno todos los pensares y que sumergen a los seres uno a uno paso a paso –en el fulgor de su llama irreprochable. Cuentas de luz … cuentas poderosas donde la conciencia suprema … que no tiene límites se apea desde lo tangible hacia lo místico y las cosas –ya desnudas se visten con el hálito de su real autenticidad. Las cosas redescubren su sencillez … libres de apariencias no ocultan nada y simples … con humildad se ofrecen en el suspirar puro sin mácula de quien se apresta a captar lo cierto de todo lo que transcurre entre la vida y la muerte en ese espacio de tiempo minúsculo quizás para los ojos que no se atreven a ver mayúsculo y crucial para los ojos que anhelan ver. Cuentas poderosas cuentas de luz unidas por un hilo dorado. Cuentas que hurgan y clavan su orar en todo para que quien quiera ver observe quien quiera oír escuche quien quiera probar deguste quien quiera oler se deje guiar lento por su aroma y quien quiera tocar se adentre sumido en su verdad. Cuentas poderosas cuentas de luz cuentas perennes.
Ximena Pesántez. Popayán 1961. Psicóloga Laboral, poeta y mentor de poesía en inglés. Premio “Maruja Escobar” otorgado por la Asociación de Ecuatorianos Residentes en México en 1994, con el poema “Manto Quiteño”. Premio Nacional de poesía “Cesar Dávila Andrade” otorgado por el Centro Cultural Palacio del Poeta en 2019, con el poemario Desde el Balcón de las Palabras. Primera Mención al Mérito Poético otorgado por el Centro Internacional de Estudios Poéticos en 1919, con los poemas “Mis Claveles Iracundos” y “Ecuación”. Publicaciones: Partners in Rhyme: An Anthology of Contemporary Poetry (Varios autores, 2016) y Desde el Balcón de las Palabras (2018). Desde el 2017 socia activa del Ateneo Ecuatoriano, entidad dedicada a la difusión del Arte y la Ciencia. Desde el 2019 miembro de la Sociedad Ecuatoriana de Escritores, entidad dedicada a la difusión de obras literarias. Cursos de poesía en inglés: “Modern and Contemporary American Poetry” (2014 y 2016) y “Sharpened Visions: A poetry Workshop” (2016). En este último, invitada a ejercer como mentor, actividad ejercida desde el 2017.