Por Ximena Pesántez
(Colaboración especial para Máquina Combinatoria)
Las flores de Solca son flores del cáncer flores de la desilusión y la esperanza flores del dolor y del alivio flores del consuelo en trémulas sonrisas. Las flores de Solca están preñadas de vida bañada con despiadado sigilo por un rocío de muerte: sedosos brotes teñidos de ámbar, de perla y rubí sobre tallos de verde renegrido. Las flores de Solca adornan los jardines de un edificio de tres pisos de ladrillo visto, de cemento gris-blancuzco y de pálidas ventanas donde los padres dejan a sus hijos los hijos dejan a sus padres los hermanos dejan a sus hermanos y las familias quedan amputadas. por la presencia de un lánguido espectro que durará para siempre en la memoria donde el nostálgico cantar de los recuerdos se repite una y otra y otra vez Las flores de Solca están a la vista de los transeúntes, quizás para recordar que esta vida es efímera, que sólo dura lo que dura una oración y así lograr. que los corazones pulsen ensangrentados de emoción y que las ánimas divaguen por paisajes sagrados y ocultos y que el espíritu se levante por encima de las cosas mundanas y que el cuerpo se desvanezca aprehendiendo su límpida esencia. Las flores de Solca: manchas coloridas de la vida, bocas de labios que hablan de la muerte. de su ineludible presencia de su andar cada vez más cerca de las ánimas y de su implacable dictamen. Flores que quizás un día provocarán sonrisas en rostros triunfantes (momentáneamente triunfantes) pero que tal vez sentirán derramarse sobre sus pétalos lágrimas amargas por la ausencia de los que no triunfaron y que callados volaron, se fueron … Flores que nos enseñan el valor de la vida pero que no alcanzan a desafiar a la muerte y nos revelan que ella es el único paso cierto hacia lo eterno. Flores que –después de todo, y para todos– yacerán sobre ataúdes, osarios y urnas, siempre a la espera de un renacer y una nueva flor.
Ximena Pesántez. Popayán 1961. Psicóloga Laboral, poeta y mentor de poesía en inglés. Premio “Maruja Escobar” otorgado por la Asociación de Ecuatorianos Residentes en México en 1994, con el poema “Manto Quiteño”. Premio Nacional de poesía “Cesar Dávila Andrade” otorgado por el Centro Cultural Palacio del Poeta en 2019, con el poemario Desde el Balcón de las Palabras. Primera Mención al Mérito Poético otorgado por el Centro Internacional de Estudios Poéticos en 1919, con los poemas “Mis Claveles Iracundos” y “Ecuación”. Publicaciones: Partners in Rhyme: An Anthology of Contemporary Poetry (Varios autores, 2016) y Desde el Balcón de las Palabras (2018). Desde el 2017 socia activa del Ateneo Ecuatoriano, entidad dedicada a la difusión del Arte y la Ciencia. Desde el 2019 miembro de la Sociedad Ecuatoriana de Escritores, entidad dedicada a la difusión de obras literarias. Cursos de poesía en inglés: “Modern and Contemporary American Poetry” (2014 y 2016) y “Sharpened Visions: A poetry Workshop” (2016). En este último, invitada a ejercer como mentor, actividad ejercida desde el 2017. E-mail: luxpe61@gmail.com

Foto portada tomada de: https://bit.ly/3yCiACA