Por Joe Millojara
(Colaboración especial para Máquina Combinatoria)
¿Quién es Francisco Garófalo y cómo definirías tu estilo literario?
Francisco Garófalo es un soñador, un joven buscando exponer al mundo lo que siente, piensa, imagina. Un hombre que no cree en lo imposible, que no piensa dejar sus sueños por más que le digan que no tienen sentido. Soy alguien que, a pesar de todas las adversidades vividas, nunca se siente menos que nadie, pero tampoco más que otros.
Mi estilo es libre, me gusta el suspenso, el drama, lo poco habitual. Soy alguien que le gusta escribir con libertad sin miedo a expresarse ni pensando en el qué dirán o pensando si les gustará o no. Mi estilo es algo diferente porque mi eslogan es ese. Busco mezclar todos los estilos porque así es la vida.
¿Cuál es la fuente de inspiración al momento de escribir tus historias?
Fuentes de inspiración… Siempre me han hecho esa pregunta y la verdad no he sabido qué contestar y tal vez sea porque no soy el típico escritor que le inspira una mujer que sufrió por amor y quiere plasmar en sus obras ese dolor. Tampoco soy un amante de la vida y refleja su amor a la misma, la naturaleza. No he tenido dolores extremos a excepción de la muerte de mi hijo que me dolió demasiado y de hecho escribí un poema dedicado a él. No soy un loco, ni me inspira el odio, aunque lo segundo es más inspirador que el amor. Tal vez mi inspiración sea mi cabeza que no deja de imaginar, que cree en un mundo mejor, que piensa que se puede ser feliz; no sé tal vez más adelante pueda contestar esta pregunta.
La novela Narcosis toma elementos de la realidad social, del romance y del género policial, ¿cómo ves la acogida de estos géneros y la amalgama de los mismos en los tiempos actuales?
En los tiempos actuales hay otras prioridades, cosas supuestamente más importantes que hacer, como ver el fútbol, tener amigos por las redes sociales, levantarse a trabajar y un sinfín de cosas inútiles que hacen perder el tiempo. Por esas cosas la gente ni siquiera sabe de los géneros literarios y muchos ni comprenden lo que leen, pero dentro de todo esto hay un pequeño grupo que aprecia los libros y ese grupo selecto les encanta este tipo de géneros porque plasman una realidad que creen que no pasa en la vida real. Les gusta y encuentran el mensaje escondido en las letras.
En los primeros pasajes de tu novela se presenta a Carlota como un personaje aparentemente moralista, pero que sus acciones dicen todo lo contario, ¿Narcosis es una protesta contra la hipocresía de la vida?
Totalmente, en estos tiempos lo único que se ve es gente disfrazada de buena y que te dice cómo debes vivir, te aconseja y se mete en tu vida como si fuesen perfectos, pero no es así.
Las personas no saben de decencia y no es que me excluya, incluso me considero diferente, pero no mejor, y jamás juzgo a nadie ni me meto en sus vidas. Por eso escribo.
La hipocresía está en todos lados, pareciera que festejaran la traición y el odio. No se puede confiar en nadie y en ocasiones ni en tu propia familia y no es que el mundo ahora es peor que antes. Es igual solo que ahora lo vivimos nosotros.
El enunciado: “¿Qué nos puede enseñar la televisión? Tal vez muchas cosas. Y la mayoría cosas malas, dependiendo de las elecciones”, claramente es una crítica a los programas televisivos que están invadiendo el tiempo, especialmente de nuestra niñez y adolescencia. ¿Cuál sería el mensaje para las familias?
No soy un hombre de mensajes ni soy tan bueno aconsejando. Solo quiero decir que las cosas están como están así por nuestra propia culpa. No podemos tener una sociedad si todos estamos podridos de pensamientos, llenando nuestro cerebro de basura todos los días. Dedicando horas a programas televisivos que no enseñan nada bueno. Y ahí está la noticia que para lo único que sirve es para decirte mentiras y envenenarte los días con malas noticias y lo peor es que todos pagamos por eso.
Claro que estamos en el maldito hoyo y no por culpa de ellos, sino por culpa de una sociedad mediocre que lo único que piensa es en entretenerse y perder el tiempo en los aparatos milagrosos. Sería mejor suicidarse, pero es mejor hacer historia.
“Si quieres que tu hijo se interese por la lectura, pues aprende a leer tú.”. Desde tu labor de docente, ¿cómo incentivar en el niño y adolescente el amor a la lectura, teniendo en cuenta que no todos los padres leen?
Tendríamos que ir a sus casas y cortar internet y quemar la televisión, pero eso no serviría de nada porque el mismo día estaría todo resuelto; porque son cosas importantes y con esto me refiero a los padres.
Lo que hago es tratar de incentivar a la lectura por medio de diferentes plataformas online. Hago cursos de escritura creativa, pero la tecnología absorbe a los niños y adolescentes y como en casa aprenden que lo más importante es el teléfono, la televisión e internet, entonces es muy difícil cambiar de mentalidad a los jóvenes; sin embargo, esto no es imposible.
Habría que probar con quemar lo que para ellos es importante solo por una semana.
Narcosis en sus líneas nos dice que “todos debemos entender que, si cometemos cosas malas en el pasado, las pagamos en el futuro y nada es coincidencia, solo es la cosecha de lo que hemos sembrado”. ¿Crees que la literatura es una gran herramienta de transformación social?
Primero decir que no hay receta mágica ni hay que ser tan inteligente para saber que todo lo que nos pasa es la cosecha del pasado y eso muchos eruditos no lo entienden deberían dejar de ser imbéciles y entenderlo.
Claro que la literatura es una herramienta de transformación social, todos los libros tienen esa misión y creo yo que para ello fueron creados, solo que hoy en día la gente prefiere la porquería que ofrecen las nuevas tecnologías; pero cabe decir que no estoy en contra de las nuevas tecnologías: solo estoy en contra de la basura.
Imagínate y pregunto: ¿Cuántas horas pasan haciendo o viendo TikTok? Es una pregunta que la mayoría lo contestará porque pertenecen a la mayoría de los perdedores de tiempo. Eso es la basura que hay que quemar y hacer que desaparezca y no los libros que transforman vidas.
Lorenzo fue la víctima de la historia por sus carencias, injusticias, sufrimientos, humillaciones y adicciones ¿Cuál es el mensaje que Narcosis pretende decirle al lector?
El mensaje es más que claro.
Primero que Narcosis no es una novela con un final feliz como los cuentos de hadas que se miran en la televisión.
Segundo, Lorenzo es el protagonista, pero que no es solo víctima, no es el pobrecito que hay que justificar lo que hizo por lo que padeció pudo ser mejor, pero decidió el camino menos adecuado tomando en cuenta que influye mucho los consejos y el amor de los padres.
Narcosis busca enseñar que todo lo que hagamos se nos volverá a nosotros mismos porque es la cosecha. Que si los padres quieren hijos buenos deben enseñarles a ser buenos, pero no con palabras, sino con ejemplos. El padre de Lorenzo sembró odio y cosechó un hijo lleno de odio que fue su perdición. También darnos cuenta de que todos merecemos el amor y que a pesar de todo queda la esperanza y eso significa el niño que espera Carla.
Escribir un libro es el sueño de pocos y la imposibilidad de muchos. ¿Qué les dirías a los nóveles escritores para que se animen a incursionar en el mundo literario?
Dicen que no se puede enseñar a escribir y entonces digo que con palabras bonitas no se puede animar a que lo hagan.
Creo que si tienen algo que decir que lo digan y lo escriban en un papel, pero si lo que buscan es dinero, ser famosos, reconocidos y amados por todo y van a estar cuidando o con miedo que decir mejor que se dediquen hacer Tiktoks.
¿Cómo analizas el panorama literario actual en la provincia de Sucumbíos y a nivel nacional?
En mi provincia muy malo. La Casa de la Cultura trata de ayudar, pero no es suficiente y tampoco creo que haga lo suficiente. Las autoridades, la verdad no se qué piensan, si es que piensan en los escritores; solo miran más allá de su nariz y hacen lo mismo de siempre, apoyar lo que siempre se apoya o hacer lo que siempre se hace.
A nivel nacional estamos igual porque esto no es un efecto de un lugar sino de todo un país que lo único que hace es hacer lo mismo y nunca mirar a los libros y decir apoyemos a nuestros escritores. El presidente lo único que hace es cuidar una imagen y exigir buena educación, pero no apoya a los escritores.
Pero que quede claro que no es mi queja, lo hago por los escritores, porque yo no soy escritor, solo soy un hombre soñador que plasma lo que siente porque no lo puede gritar.
Los escritores
Francisco Garófalo: Nació en Shushufindi, y empezó a escribir relatos y poesía desde 2012. En 2020 publica su primer libro de poemas titulado Amor, Letras y Lamentos. En la actualidad se desempeña como profesor de Lengua y Literatura en Lago Agrio. Su obra más reciente es la novela Narcosis publicada en 2021 por Libros Duendes.
Joe Millojara: Es el seudónimo de Jorge Jaramillo Jiménez, un autor cuya narrativa encierra una variedad de mensajes dirigidos a la sociedad y sus problemáticas. Nacido en Quito y radicado la mayor parte de su vida en Lago Agrio, provincia de Sucumbíos, Millojara se desempeña como docente de Lengua y Literatura. Entre sus publicaciones se encuentran el poemario Huida necesaria (2016) con la coautoría de Alejandro Romé, la novela Piedras y espinas (2018), y el libro de cuentos Relatos de la urbe (2019). Su más reciente trabajo es Arcoíris (Libros Duendes-2020), una novela basada en una historia real.
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