Por Luis Cordero Crespo
(Publicado originalmente en su libro Poesías jocosas. Imprenta del Gobierno. Quito. 1895. Pp. 124-126)
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Explicación física del fenómeno, dada por uno de los innumerables empleo-maníacos que infestan el país.
¡Prurito de censurar
el de esta maligna gente!
¿Conque, a fuer de independiente,
tiene un hombre que ayunar?
¡Bárbaros! No contemplar
Cuán dura, cuán alarmante,
es la suerte de un cesante
que, al sucumbir su partido,
queda huérfano, abatido,
¡Pobre, hambriento y expirante!
¿Qué valen las convicciones,
si el hambre lucha con ellas?
Nadie con utopías bellas
remedió sus privaciones.
Y sepan los criticones
que esto de prevaricar,
para poder almorzar,
es tan precisa y urgente
cosa, que aun físicamente
No se la puede estorbar.
Pienso que con muchos pasa
lo que acontece conmigo,
cuando el triunfante enemigo
me dice: “Vete a tu casa”.
Mientras me dura la escasa
sobra ele mi antigua renta,
trueno como una tormenta
contra el gobernante intruso
y de pérfidos acuso
a cuantos él alimenta.
Mas, después de un mes o dos,
el ahorrillo se concluye,
la arrogancia disminuye,
la miseria viene en pos,
y muy presto, ¡Santo Dios!
Siento que ya no soy mío,
que me turbo, me extravío,
me envilezco, me anonado,
me pierdo… ¿Qué ha resultado?
¡Se ha hecho en el vientre el vacío!
Con lo cual mis convicciones,
graves, sólidas, de peso,
van cayéndome del seso
a las gástricas regiones.
¡Adiós vanas ilusiones!
¡Adiós patriótico afán!
Como henchidos de aire están
los intestinos, ¡oh mengua!
Se me sube hasta la letigua,
me la mueve, y …. pido pan.
¿No es llana esta explicación?
¿No prueba hasta la evidencia
que no tiene mi conciencia
la más leve intervención?
¿Que ni la recta razón,
ni la firme voluntad,
ni la noble dignidad,
son poderosas, contra una
fatal, terrible, importuna,
física necesidad?
Fisgón, cualquiera que seas,
¿cabrá, dime, patriotismo
en quién, por tal mecanismo,
no eligiere sino ideas?
Pues bien, desde que esto leas,
tenme alguna compasión;
no me llames camaleón,
venal, falso, inconsecuente;
llámame sencillamente
aparato de absorción.
Luis Cordero Crespo (Déleg, Cañar-Ecuador, 1833-1912). Presidente de la República del Ecuador (1892-1895). Político, senador, embajador, maestro educador, escritor y poeta. Fue rector de la Universidad de Cuenca. Autor del Himno de Azuay. Entre sus obras están: Una excursión a Gualaquiza (1875); El adiós (1891), Poesías serias (1895) y Poesías jocosas (1895).