“Un libro que duela…”: Sobre una reciente novela de Joe Millojara | Richard Cedeño

Por Richard Cedeño

(Colaboración especial para Máquina Combinatoria)

 

Joe Millojara es el seudónimo de Jorge Jaramillo Jiménez, un autor cuya narrativa encierra una variedad de mensajes dirigidos a la sociedad y sus problemáticas. Nacido en Quito y radicado la mayor parte de su vida en Lago Agrio, provincia de Sucumbíos, Millojara se desempeña como docente de Lengua y Literatura. Entre sus publicaciones se encuentran el poemario Huida necesaria (2016) con la coautoría de Alejandro Romé, la novela Piedras y espinas (2018), y el libro de cuentos Relatos de la urbe (2019). Su más reciente trabajo es Arcoíris (Libros Duendes-2020), una novela basada en una historia real. En esta ocasión Joe Millojara es entrevistado por Richard Cedeño, autor de Ladrón de ilusiones (Libros Duendes-2020).

 

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El escritor ecuatoriano Joe Millojara.

¿Te consideras un escritor del género romántico, realista, de realismo fantástico o quizás tienes una amplia visión en cuanto a la clasificación de la narrativa?

Soy una persona que me identifico mucho con la literatura realista. Mis narraciones persiguen el objetivo de crear historias no muy lejanas a la realidad, y que el lector pueda identificarse con cada una de ellas, y las viva como propias. Con esto no quiero decir que el romance o fantasía no esté dentro mis gustos literarios, los leo y mucho, pero cuando se trata de escribir, me identifico plenamente con retratar el entorno social y sus problemáticas.

¿Has viajado a los lugares que describes en esta novela (Arcoíris) o te ha tocado investigar para describir aquellos entornos? ¿Algunos son reales?

Esta novela tiene algunos escenarios, por ejemplo la ciudad del Coca, provincia de Napo, en la cual he estado varias veces y la conozco muy bien; Lago Agrio (Sucumbíos), la ciudad donde he vivido la mayor parte de mi vida; Salcedo (Cotopaxi) y Chillanes (Bolívar), no tengo el gusto de conocer aquellos lugares, de tal manera que me tocó investigar un poco sobre su orografía, clima y cultura a fin de que no existan discordancias en la narración de la historia.

Explícitamente (más allá de la frase “basada en una historia real”) la historia de Rosario Beatriz Jarrín Buenaño es uno de los tantos casos de maltrato que generalizas, aludiendo con este personaje de ficción, ¿o es un caso en particular con nombre y apellido?

Como lo mencioné antes, la literatura que más me atrae es la de corte realista. En cada historia que me propongo narrar, me percato de que las acciones sucedidas sean parte de un mundo posible y que cualquier ser humano no se sienta ajeno de aquellas vivencias. A partir de esto, puedo asegurarte que sí, que esta historia tiene nombre y apellido, que al momento de escucharla hace un tiempo de labios de aquel personaje anónimo, no dudé un segundo en proponerle plasmarla en un libro. Al principio sintió un poco de recelo, pero luego me dijo, sí, acepto, aunque es triste mi historia, y cada que me acuerdo me hace llorar, quisiera leerla en un libro. Sería un sueño hecho realidad. Y fue así como empezamos este hermoso proyecto.

La narrativa en tu obra es muy descriptiva, te vales de etopeyas, alegorías, topografía y modismos propios de la región para manejarte cómodamente en cada uno de los momentos, ¿esta habilidad es producto de talleres de literatura, investigación personal de las figuras de la retórica, o es el producto de la lectura constante, inspiración e influencia de otros autores?

De todo lo que has mencionado, he tomado un poco de cada elemento. Soy docente de literatura y en honor a la profesión, debo conocer y aplicar los diferentes recursos literarios; también combino con la investigación personal, y lo más fundamental, creo yo en un escritor, es la lectura constante, en la cual, al leer a varios autores vas moldeando tu estilo y creando obras con tu propio sello narrativo. De los autores que he leído, he aprendido mucho, y seguiré aprendiendo, no lo dudo.

“El cielo estaba gris, con amenazas de lluvia. El sol decidió tomarse unas vacaciones ese día. Pero al haberla encontrado a Rosario en aquella mañana, el ansioso comerciante pensó que el azul del cielo lo cobijaba, adornado al mismo tiempo, cual descabellado y chiflado pensamiento, por el sol, la luna, las estrellas y las existentes o no existentes maravillas del universo”

¿Cómo responderías a mi fascinación por este fragmento elaborado con una elegante prosopopeya? ¿Inspiración, talento o conocimiento de los recursos como las figuras del pensamiento y de la retórica?

Inspiración, totalmente. Cuando me dispongo a escribir, ya no soy Joe Millojara; en ese momento me olvido de mi realidad y me introduzco en la mente, en el cuerpo de cada personaje de mi historia, en su forma de hablar, de actuar, de amar, de insultar, de odiar, etc., donde inexorablemente las palabras emergen al imaginarme la situación del personaje. Creo que esa estrategia me ha servido mucho para darle un tinte verosímil a lo que escribo.

¿Tienes en esta historia algún fragmento que no puedes dejar de leer, del cual te sientes muy satisfecho? Seguramente tienes algunos, pero ahora preferiría que respondieras con uno, y que manifestaras el motivo de esa predilección.

Claro que sí. El fragmento casi al final de la historia, donde la protagonista, Laura, luego de sufrir todas las peripecias juntas de la vida, confiesa que nunca se dio por vencida, que a pesar de la aparente derrota, se levantó con fuerza para luchar por su familia y por sus sueños. Un gran ejemplo de lucha constante, de valentía, dirigido a miles de personas con similares historias, y otras también, que no saben valorar el sufrimiento de los demás. Esa falta de empatía que a muchos nos hace falta.

«Arcoíris» de Joe Millojara.

Sin contar el tiempo de su revisión ortográfica y edición, ¿cuánto tiempo te llevó terminar esta historia? ¿Cuál fue el periodo más difícil que te demoró más? ¿Consolidar el fondo de la trama? ¿El nudo donde confrontas a los protagonistas? ¿Quizás ese final buscando quedar satisfecho con lo que has querido expresar?

Creo que fue un reto para crear la estructura de esta novela. Al momento de escuchar las acciones más importantes que le sucedieron al personaje real, tuve que organizar el inicio y concatenarlo con los demás sucesos para que exista la ansiada coherencia. Del final no me preocupaba mucho, pues aunque te parezca un poco extraño, cuando me siento a escribir en mi computadora, sé cómo iniciar mi narración, pero desconozco cómo terminará, ya que en el transcurso de la misma, y de acuerdo a los personajes e incluso a mi estado de ánimo, le voy dando forma, hasta definirme por un final que trato en lo posible de que sea abierto, donde el principalmente el lector esté invitado a imaginarlo, a ir más allá de lo explícito. Muy típico de la novela contemporánea.

Describe con una frase a Rosario, con otra frase a Laura y con otra a Adolfo, y como observación particular, ¿cuál es el error de ellos (debilidad) que pudieron tener en cuenta para sobre llevar sus desdichas?

Una frase para Rosario: “Un verdadero amor nunca te faltará el respeto”.

Para Laura: “Cuando hay valentía, no hay obstáculos que no pueda sortear el ser humano”.

Para Adolfo: “Valora lo que tienes antes de que lo pierdas”.

¿Tienes interés en abordar temas de existencialismo, realismo mágico o ciencia ficción? ¿Has leído alguna novela que tenga que ver con alguno de estos géneros? ¿Qué escritor te agrada?

He leído varios autores, pero para ser conciso, en el existencialismo soy un asiduo admirador del Franz Kafka, incluso para escribir mi anterior novela Piedras y Espinas, debo reconocer la influencia de su narrativa, en lo que tiene que ver con el sufrimiento del personaje. Sus narraciones me parecen extraordinarias.

En el realismo mágico he leído a García Márquez, Borges, etc., y en ciencia ficción, cómo no citar al padre de este género, el gran Julio Verne, que con sus aventuras te transporta a lugares y épocas que no sabes a ciencia cierta el límite de lo real y de lo ficticio.

¿En qué obra estás trabajando actualmente? ¿Qué aspiración tienes con tus obras?

Estoy planificando otra novela con el estilo que me caracteriza. Me he propuesto publicar en lo posible cada año, ojalá el venidero no sea la excepción. Seguiré escribiendo para la vida, continuaré en mis escritos haciendo radiografías de las problemáticas sociales. Me centro más en aquello, por afición literaria y también por un deber que tengo como docente, puesto que anhelo fervientemente que las nuevas generaciones se desarrollen en ambientes de paz y armonía, pero para ello, necesitamos cambiar nuestras actitudes, rescatar las virtudes y valorar más la vida que tenemos; es por eso que desde mi trinchera literaria, no descansaré en escribir para una vida mejor. Quiero concluir con esta frase del maestro Franz Kafka, que la tengo como una marca en mi estilo narrativo: que tu libro sea un hacha que rompa el mar helado que existe dentro de nosotros. Ese es mi objetivo. Un libro que duela, porque partiendo del dolor se puede ser mejor persona.

 

 


Richard Cedeño (Ecuador). Luego de ganar el “Festival de las Artes” en Manabí con el cuento corto “El sosiego de las ánimas”, publicó con el respaldo del Ministerio de Cultura y Patrimonio del Ecuador un cuentario titulado El arca de los sueños. Historias de realismo fantástico, ciencia ficción y poemas existencialistas se ven marcados en los cuentos Ungido, Reencuentro, Sueños de Silicio, El sosiego de las ánimas, Redundancia cósmica, Mundo primitivo y Frederick Linch.

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