Por Adrián Grimm
Para V.
En Grecia: Anthropos…la sombra de un sueño.
En Roma: Homo… uno más de lo mismo.
En Teotihuácan: Un desvanecido.
En Isos: la huella de un Dios.
En Gaia: Un virus altivo.
En Miskatonik: Un obstáculo.
En los lagers: “un trabajo”.
En las bulas: ¡Un Color!
Mierda: Para Ubú.
En Kitu: Un observante.
En Quito: Un geodésico.
En Ur: Paciencia y método.
En Egipto: El que sabe Maat.
En Atenas. Lo que mide, la unidad.
En Galápagos: Lo inmedido. Algo Más.
En el Amazonas: El mejor cazador.
En el Polo Norte: Un Inuit.
En la Luna: Pronto.
Ad Infer: Escrito.
Para Marco Aurelio: Barro
Para Nietzsche: Un puente.
Para Dostoievski: Un Idiota.
Paras Shakespeare: Quien bien muere.
Para Huxley: Un ser que debe ser reseteado.
Para los Católicos: El rebaño.
Para los cristianos: Un cliente.
Para Jesús: Un seguidor.
Para el Kristos: Un sediento.
Para las sagas: Un pasajero.
Un soñante: Para el libro de los Muertos.
Para Shelley: Un espejo.
Para un virus: Alimento.
Para Diógenes: Un quitasol.
Para Sagan: ¡Jajaja!
Y aún no se sabe…
Porque cada vez Es más y menos libre.
Foto portada tomada de: https://pixabay.com/es/photos/dedo-mano-personajes-s%C3%ADmbolo-gesto-1697331/