Por Ender Rodríguez
(Colaboración especial para Máquina Combinatoria desde Venezuela)
Escribir es para tiranos un mal deporte.
La literatura siempre falla al billar.
Sufro Nictofilia
y pérdida de escrúpulos lingüísticos avanzados
Los oasis nunca se consiguen escribiendo
un verso por un dólar en un bar.
Escribir es lo que peor sé hacer.
Hay que ser un pseudo humano
para dedicarse a la literatura.
Un canalleo verbal de sintaxis
nos lleva de pies a cabeza al lápiz
o a la máquina de pedales en las manos.
Nuestro fin es aplastar el culo al sillón
de las fábulas mentales.
—No se equivoque señor
no se hará un literato
porque haga chistes cultos con libros
en el festival de malabarismo lírico—,
te recalcó un obeso editor,
escupiendo tu rostro Yuliano.
¿Lo olvidaste?
Y te recomendé:
—Aplícale el lanzallamas a las grasas
vende tu casa de cabras y morrocoyes
y no escribas más—.
La literatura no solo es mal negocio,
es el peor de los laberintos,
porque nos mantiene ilusionados,
aun huyendo de él
Ender Rodríguez (San Cristóbal – Venezuela, 1972). Escritor y artista multidisciplinario. Licenciado en Educación Integral. Ha publicado: Cantos del origen (2001, CONAC); El sofá de Beatrice (2006, CENAL); Primavera cero (IPASME, 2007); Creactivo I (BARIQUÍA , 2007); Rabo de Pez – Nuevos idiomas en la creación formato e-book (FEUNET, 2014); Entrecruzamientos (Editorial Académica Española EAE, 2015); Ex sesos y asa res Borrones para textos no tan perversos (CENAL, 2016), El Blues de la Parca – 10 cuentos grotescos (AMAZON, 2017) y Creactivo II (AMAZON, 2017) entre otros publicados en internet, y en físico como coautor. Su blog: www.enderodrigueznomeempoeme.blogspot.com
Foto portada: https://pixabay.com/es/photos/primavera-relleno-poes%C3%ADa-po%C3%A9tico-3819497/